Bajo el puñal del invierno
murió en los campos la tarde.
Con su tambor de desvelos
salió la luna a rezarle.
Rezos en la noche blanca
tañen las arpas del aire,
mientras le nacen violines
a los álamos del valle.
Zamba de la luna llena
baila la noche en las calles
con su pañuelo de esquinas
y su ademán de saudades.
Se emponchan de grises nieblas
los verdes cañaverales
y caminan los caminos
con sus escoltas de azahares.
La noche llena de arpegios,
la copa de los nogales;
el tamboril de la luna
cuelga su copla en el aire.
Zamba de la luna llena
baila la noche en las calles
con su pañuelo de esquinas
y su ademán de saudades.
Mi corazón bate palmas
con las manos de mi sangre
mientras cansada, la luna,
se duerme sobre los valles...